miércoles, 20 de junio de 2012

Debemos pensar y no apresurarnos


Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza”.
Proverbios 21.5

El apresuramiento conduce al empobrecimiento, por eso la Palabra enseña que el que se apresura alocadamente, de cierto, es decir, sí o sí, terminará en la pobreza.
Pero aquel que es diligente en su forma de pensar, o sea, que reflexiona antes de actuar, llama a la abundancia a su vida por actuar de esta forma.
Busca sabiduría de parte de Dios antes de decidir, y evalúa los costos y las implicancias que esa decisión traerá a tu vida, evaluando los pro y los contra de forma objetiva.
              -Frente a un negocio evalúa la rentabilidad de forma sobria y no exitista.

              -Frente a una compra nunca decidas bajo presión, hazlo por convicción.

              -Frente a una decisión no actúes de forma impulsiva, sino de forma reflexiva.

              -Frente a un trabajo medita las implicancias y no subestimes el compromiso que asumes.
Ante cualquier decisión piensa bien antes de actuar y evita el apresurarte alocadamente, para no terminar empobrecido.
No te olvides que toda la publicidad apunta a que decidas ya, sin reflexionar ni plantear distintos escenarios. Por favor, aplica este principio para alejar la pobreza de tu vida y poder desarrollar abundancia.
Tomar un crédito lleva minutos, pagarlo, en algunos casos, muchos años. Sé diligente en tu forma de pensar para que puedas actuar con sabiduría y alejar toda negligencia de tu vida.
Desarrollar prestigio lleva años, perderlo solamente unos instantes. Sé diligente en tu forma de conducirte en la vida, para no terminar estropeando una trayectoria, una familia, o una oportunidad extraordinaria.
Antes de actuar no te olvides de pensar, y a la hora de pensar hacelo diligentemente, para poder alejar de tu vida todo apresuramiento, que te conducirá al empobrecimiento, hazlo con diligencia y tendrás abundancia.
Yo bendigo tu vida para que puedas desarrollar la capacidad de pensar de forma diligente, alejando de ti todo apresuramiento, y siendo reflexivo a la hora de actuar para que la abundancia sea una realidad en tu vida.



Ministerio discipulado

viernes, 8 de junio de 2012

Descubre tu Factor Limitante




Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua;
¿que impide que yo sea bautizado?”.

Hechos 8.36

La cualidad de este hombre, el cual era administrador de los tesoros de la reina, era tener la capacidad de ir “directo al grano” y averiguar qué hacía falta para que las cosas se concretaran.
La pregunta clave que nos debemos hacer para que las cosas se concreten en nuestra vida es la siguiente: ¿Qué impide que no haya logrado todavía lo que me propuse?
La respuesta a esta pregunta es exactamente qué es aquello que debo trabajar, recordando que la mayoría de los obstáculos en nuestra vida son responsabilidad nuestra, y no situaciones ajenas a nosotros.
Estos pueden ser malos hábitos, creencias erróneas, actitudes negativas, falta de capacitación, falta de disciplina, falta de perseverancia, etc.
Debemos tomar la decisión de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para quitar el obstáculo que no nos permite alcanzar lo que nos propusimos:
-¿Qué impide que sea ascendido en mi trabajo, falta de capacitación? Entonces empezaré a capacitarme.

-¿Qué impide que tenga mi casa, falta de ahorros? Entonces comenzaré a ahorrar.

-¿Qué impide que me alcance el tiempo, desorganización? Entonces comenzaré a organizarme.

-¿Qué impide que se me abran puertas, mi carácter? Entonces comenzaré a trabajar en él.

-¿Qué impide que pueda concentrarme en lo importante, muchas actividades? Entonces aprenderé a decir que no.

-¿Qué impide que sea profesional en lo que hago, mediocridad? Entonces desarrollaré excelencia.


Identificá claramente el obstáculo que hasta hoy impidió que logres lo que te propusiste, y trabajá para sortearlo; porque mientras este siga ahí, tu también seguirás ahí sin concretar lo deseado.
No esperes que desaparezca o se resuelva mágicamente, desarrollá un plan de acción concreto para vencer ese obstáculo y poder alcanzar tus objetivos.
Yo bendigo tu vida para que puedas identificar y erradicar todo impedimento que no te permite alcanzar lo deseado y poder concretar lo que Dios te mostró para tu vida.







Ministerio Discipulado