"En llama de fuego, para dar el pago á los que no conocieron á Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;Los cuales serán castigados de eterna perdición por la presencia del Señor, y por la gloria de su potencia"
2Tesalonicenses 1:8-9
Fácil sería pensar, que luego de esta vida, todo se acaba (como suele decirse) "a dos metros y medio bajo tierra." Nadie tendría que lamentarse por vivir despreocupadamente de Dios, y hacer a su antojo... si después de todo, su vida se extinguiese, o sea "dejaría de existir." Algunos no creen en la "inmortalidad del alma y del espíritu" a pesar que la Biblia nos habla claramente, de una "eterna perdición". (Así también como de una "vida eterna".)No usaría Dios en su Palabra el término "perdición", ligada de la palabra "eterna" (del Griego "Aionios") sino fuera porque la condenación que se recibe, no es una "extinción", sino más bien, un castigo eterno Para reafirmar esto, el Señor Jesús habla con referencia al infierno de la siguiente manera.
"Donde su gusano no muere, y el fuego nunca se apaga".
Marcos 9:44
Y en la epístola del apóstol pedro se nos dice:
" ... para los cuales está guardada la oscuridad de las tinieblas para siempre."
2Pedro 2:17
Pero... ¿ Para quiénes está preparado, tan horrendo lugar, y tamaño castigo.? La Biblia dice para aquellos que: "no conocieron a Dios ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesús". Muchos ante la pregunta: ¿Conoces a Dios.?, siempre tratan de afirmar que sí, argumentando ya sea, algún pensamiento religioso o filosófico, que conforme su conciencia. (Pero en el fondo no están seguros.) Pero la realidad espiritual es más directa: Solamente puedes conocer a Dios si haz obedecido al evangelio. Obedecer al evangelio, no consiste en realizar buenas obras de mérito propio, sino, creer con fe que Cristo, el Hijo de Dios, murió en la cruz para pagar el precio de tus pecados. Obedecer al evangelio, el reconocer que estábamos expuestos a la "condenación eterna" por consecuencia del pecado, pero que ahora al aceptar al Salvador, nuestro estado cambia a "vida eterna".
¿Te haz puesto a pensar donde pasarás tu eternidad.? A veces hacemos tantos planes para esta vida, que nos olvidamos lo más importante, que es: nuestro "destino eterno". No hay concesiones que puedas hacer con el Padre Celestial fuera del Señor Jesús. No hay purgatorio, en donde puedas "arreglar cuentas con Dios". La Biblia nos dice que lo que decidas en esta vida, marcará el destino eterno de tu alma. Y hay solo dos, y nada más que dos destinos: o... "vida eterna" o "perdición eterna".
Que en el día de hoy puedas oír esta Palabra de Dios, y creer en JesuCristo como tu salvador.... para tener "vida eterna".
"De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna; y no vendrá á condenación, mas pasó de muerte á vida."
Juan 5:24
Revista Digital Centro Comunión Cristiana
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